En junio de este 2019, dimos por finalizada la tercera edición de un programa de trabajo apasionante, impulsado por Apadac que tiene como título “Orienta tu talento y tu vocación en la misma dirección”. El título ya promete… El programa pertenece a uno de nuestro proyectos relacionados con la consultoría de desarrollo de equipos
A lo largo de estas tres ediciones hemos contado con la presencia de unos 30 adolescentes, con edades comprendidas entre los 13 y los 17 años y con una característica en común: todos ellos de altas capacidades.
Este programa tiene una duración de nueve sesiones en las que combinamos momentos de autoconocimiento (en términos de comportamiento, y no de personalidad) y solución de retos difíciles pero muy divertidos. Utilizamos la metodología Belbin para jóvenes y adolescentes, en concreto GetSet Belbin, lo que nos permite acercarnos a las motivaciones y al comportamiento de estos adolescentes.
De este trabajo, hemos obtenido 30 informes GetSet Belbin, en los que han participado 30 chicos y chicas y 120 observadores. Esto nos ha servido para obtener una serie de conclusiones acerca de los comportamientos preferidos y no preferidos de todos estos jóvenes. Es evidente que no podemos llamarlo ni “investigación” ni “estudio” porque estadísticamente 30 informes no son representativos y porque, de momento, no tenemos una comparativa con el resto de población en torno a estas edades y que no sean de altas capacidades.
Pero sí que nos sirve para ir avanzando un poquito en el conocimiento de las personas de altas capacidades, aparte de ayudarnos en su acompañamiento y en su orientación vocacional.
Exponemos aquí algunas de las conclusiones obtenidas que más nos han impactado y que más claras son:
El aprendizaje adquirido por ellos y ellas y que más han valorado ha sido:
- Conocer sus fortalezas y sus debilidades
- Cómo utilizar las fortalezas a su favor.
- Cómo gestionar las debilidades de la manera más eficaz.
- Qué relación hay entre sus fortalezas y aquello que más les gusta en los estudios. (relación habilidades-vocación)
- Experimentaron en la práctica: el trabajo en equipo, la socialización, la diversidad en la alta capacidad, la necesidad de los otros y la confianza en sí mismos.
En cuanto a la clasificación de los roles en términos de preferencia, en primer lugar destaca el de Cerebro (creativo, resuelve problemas difíciles de maneras originales) y en el último lugar parece que el menos preferido es el de Coordinador (organiza personas). Vemos el orden de preferencia de más a menos en el siguiente gráfico. Podéis ver las definiciones de los nueve roles en este enlace.
En cuanto los rasgos más característicos que sus observadores ven en ellos, los hemos recogido en este otro gráfico:
Desde que trabajamos, dentro del desarrollo del talento, en el ámbito de las altas capacidades no podemos dejar de maravillarnos con el potencial que estos chicos y chicas de altas capacidades tienen y el gran impacto social que van a tener cuando irrumpan en el mundo profesional.
No podemos dejar de acordarnos de la famosa frase de Sócrates que le distingue de otros pensadores: “Sé que soy inteligente, porque sé que no sé nada”. Y es claro que cuanto más nos adentramos en el mundo de la adolescencia, de su comportamiento y de desarrollo de su cerebro nos vamos percatando de lo poco que sabemos sobre ambas cosas.
Acabo este post recordando que el propósito de la adolescencia es madurar y hacer evolucionar el cerebro. Es momento de adquirir nuevas habilidades y gestionar las adquiridas. Y es un momento único. No lo desaprovechemos. Sigamos trabajando…
Y, por supuesto, quedo a vuestra disposición para cualquier información adicional que queráis saber sobre el tema que nos ocupa en este post. Si he logrado despertaros algún interés en ello, no dejéis de contactarnos por cualquiera de los medios de que disponemos.
¡Seguimos avanzando!