«No hay algo como un superhéroe ….pero juntos podemos mover el mundo en una nueva dirección» Biz Stone (cofundador de twitter)
Estuve yo pensando… ¿nos os parece que sabemos muy poco del trabajo en equipo? Y es que ya, para empezar, casi no sabemos lo que es un equipo… La mayor parte de las veces lo confundimos con un grupo. Y estoy segura de que todos me diréis, no es nada nuevo ¡qué cosas nos cuentas! Eso está muy traído y llevado…
Pues «permitidme que insista»: EN EL DÍA A DÍA NO SABEMOS CUÁL ES LA DIFERENCIA.
Hace unos días, en este mes de julio, estuve haciendo una sesión en un proceso de coaching de equipo. La tercera sesión con un equipo directivo de una institución educativa. Al finalizar, como siempre, lanzo el reto de pedirles que se planteen una pregunta para comenzar con ella la siguiente sesión (en esta ocasión, dentro de un mes aproximadamente) y la pregunta lanzada por uno de sus miembros, aceptada por el resto y con la que empezaremos a trabajar en la próxima sesión, ha sido: «¿De verdad queremos ser un equipo? « ¡Guau! Tremenda pregunta y tremendo lo que nos espera en septiembre.
La madre de todas las batallas…«¿De verdad queremos ser un equipo?» Porque claro, si lo entendemos como un sistema con personalidad propia, entonces lo entendemos como 1+1>2. Y también entendemos que el objetivo es común para todos los miembros; y que el sistema debe ser un espacio para escuchar y conocer a las personas que lo componen para maximizar las contribuciones en positivo y aceptar las debilidades permitidas que son compensadas por las fortalezas de cada uno; y que el equipo no pertenece a un individuo sino que es de todos y todos tienen el mismo valor; y que si falta un solo miembro el sistema es distinto; y en el que no hay superhéroes… Uff qué difícil, casi prefiero ser el Llanero Solitario…
Tengo que confesar que la mía es una visión muy particular de los equipos. No me gustan los símiles con los equipos de fútbol, o incluso, de baloncesto. Sí, ya sé que muchos gurús los utilizan como ejemplos para «hacer equipo dentro» pero a mí me encanta trabajar desde los equipos de las carreras de relevos, por ejemplo. ¿Y qué diferencia hay? Pues que cada uno de los participantes da lo mejor de sí mismo para que el otro pueda coger el relevo de la manera más eficiente posible. La base es conocer al otro, cómo le tengo que dar el testigo para que lo coja de la forma más óptima, cómo tengo que ir desacelerando para que él acelere y no se le caiga en el cambio… Cómo controlo los cambios de ritmo continuos: acelero, desacelero, me paro… En fin, la gestión del cambio como en la vida misma.
En las carreras de relevos no hay sitio para las individualidades, ni para los superhéroes. En el fútbol, a veces, aparecen los grupos: no hay un objetivo común, puede llegar a haber ¡11! objetivos diferentes.
Por eso estuve yo pensando… ¿nos os parece que sabemos muy poco del trabajo en equipo?
Y ya si hablamos de otro ejemplo típico de diferencia entre equipo y grupo, como es el de los Beatles, aun complicamos más la cuestión. ¿Os acordáis cuando eran un equipo? ¿Os acordáis cuándo, con la llegada de un elemento distorsionador 😉 se convirtieron en un grupo? Bueno… este puede ser tema para otro día. Como diría Esopo «La unión hace la fuerza y la discordia debilita»
Como fin de fiesta, no os perdáis el siguiente vídeo
¡Y acordaos: no vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos!
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